Una de las muchas maneras de saborear el conejo, fácil y sana. Todos sabemos que el conejo es una carne baja en grasas y deberíamos incluirlo más en nuestra alimentación diaria.
Para prepararlo le damos unos golpes con un hacha de carnicero a la larga, encima de la columna vertebral, pero sin llegar a romperla, y luego otros en sentido transversal. Esto sirve para facilitar el trinchado del conejo a la hora de servirlo y para que se cocine mejor todo por igual. Si nos gusta la cabeza la ponemos también partida por la mitad y eliminando los ojos y los dientes.
Lo ponemos en una fuente para horno, lo salpimentamos, espolvoreamos por encima con unas hierbas de nuestros montes (pebrella, tomillo, romero...) o hierbas provenzales. Picamos un par de dientes de ajo y los repartimos por encima del conejo y rociamos con un buen aceite de oliva extra virgen.
Asamos durante una hora a 160ºC y luego subimos el horno a 180ºC y lo dejamos 20 min más.
Lo acompañamos con unas patatas fritas o asadas y con un buen all-i-oli.
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