Una de las maneras de aprovechar el puchero o cocido que nos ha sobrado es hacer albóndigas. Para ello quitamos todos los huesos de las carnes y las picamos finamente, reservándolas. A continuación tomamos los vegetales (patata, nabo, chirivía, zanahoria, boniato, garbanzos...) y los pasamos por pasapurés. No es conveniente utilizar picadora por que los licua demasiado. Así mismo descartaremos el cardo por que resulta muy fibroso.
La proporción que me gusta usar a mí es de tres partes de carne por una de vegetales. Los vegetales hacen la función de ligar la masa pero demasiada cantidad haría que ésta resultara demasiado blanda.
Mezclamos carne y vegetales y amasamos hasta que quede bien homogeneo. Tomamos porciones pequeñas, del tamaño de una nuez (pueden ser más grandes si lo deseamos), y les damos forma, quedando un poco aplanadas.
Cuando las tengamos todas hechas es conveniente meterlas un tiempo en frío para que tomen cuerpo y se queden más duras, así las trabajaremos mejor.
Calentamos aceite para freír, cualquier aceite sirve, en una freídora o sartén honda y cuando esté en su punto comenzamos a freír las albóndigas que habremos pasado primero por harina y después por huevo batido. Cuando estén doradas las sacamos y las ponemos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
Si al rebozarlas las pasamos al final por pan rallado obtendremos unas croquetas deliciosas.
miércoles, 12 de febrero de 2014
Albóndigas de puchero
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario